viernes, 13 de noviembre de 2009

musica electronica

Historia

Luigi Russolo trabajando con su asistente Ugo Piatti utilizando el Intonarumori (máquinas de ruidos)
En Francia, el ingeniero de sonido y compositor
Pierre Schaeffer fundó el estudio de Radio Francia (RTF) en París, compuesto por varias grabadoras, micrófonos y equipos para la edición de cintas. Las principales técnicas utilizadas para crear música consistían en cortar, pegar, empalmar o recorrer hacia atrás distintos fragmentos de la cinta grabada. Estas técnicas de manipulación de las cintas dieron lugar a un nuevo tipo de montaje de sonido, elaborado con mucho esfuerzo a partir de las grabaciones provenientes del mundo real. Schaeffer calificó los resultados como música concreta, un término que aún se sigue utilizando ampliamente, sobre todo en Francia. Su primer experimento en este nuevo género utilizaba sonidos de grabaciones de trenes. Todas sus obras de esa época eran breves estudios sobre sonidos y tienen títulos evocadores como la Symphonie pour un homme seul (1950), compuesta en colaboración con su colega (más joven que él) Pierre Henry. Los experimentos prácticos de Schaeffer en la composición de música electrónica se basaban en algunos escritos teóricos sobre el tema que influyeron en él. El estudio de Henry y Schaeffer atrajo a diversos compositores, entre los cuales destacaba Pierre Boulez.
A finales de la década de 1940,
Werner Meyer-Eppler, físico y director del Instituto de Fonética de la Universidad de Bonn, presentó por vez primera el Vocoder, un dispositivo que conseguía sintetizar la voz humana. Su trabajo teórico influyó en los compositores relacionados con el estudio de la Radio de Alemania Occidental en Colonia (fundada en 1953), y cuyo interés giraba en torno a la síntesis electrónica de los sonidos mediante generadores de sonido y otros aparatos. El primer director del estudio de Colonia, Herbert Eimert, ejerció una gran influencia por su forma de utilizar el serialismo total (véase Sistema dodecafónico) como base para la construcción de obras electrónicas. Según este método, todos los aspectos de la música, incluidos el tono, el ritmo y el volumen relativo, quedaban bajo el control de unos principios definidos numéricamente. Los sonidos y aparatos electrónicos brindaban la precisión y el control necesarios para la realización de este concepto. Compositores como Bruno Maderna y Karlheinz Stockhausen elaboraron piezas electrónicas cortas, llamadas síntesis aditiva (véase la sección de síntesis del sonido más adelante). Estas obras se componían enteramente a partir de sonidos electrónicos.

Años sesenta

Aunque la música electrónica comenzó dentro del ámbito de la música académica, en pocos años fue adoptada en la cultura popular.
En el Taller Radiofónico (unidad de efectos especiales de sonido de la
BBC), Ron Grainer y Delia Derbyshire crearon en 1963 una de las primeras melodías electrónicas: el tema musical de la serie de televisión Doctor Who (1963-1989).
A fines de los años cincuenta, el trombonista
Paul Tannen y el inventor aficionado Bob Whitsell habían producido el electroteremín, un instrumento que imitaba el timbre del teremín pero con un mecanismo de control más sencillo de usar. Tanner tocó dicho instrumento en varias bandas de sonido para cine y televisión, y en un LP llamado Music from Outer Space (Música del Espacio Exterior). También tocó tres temas en el disco Good Vibrations del grupo The Beach Boys grabado en 1966.
La compositora y
clavecinista brasileña Wendy Carlos (en esa época llamada Walter Carlos) popularizó el uso del sintetizador con dos notables álbumes: Bach enchufado (1968) y El sintetizador bien temperado (1969), que tomaba piezas reconocidas de la música barroca y las reproducía con el recién inventado sintetizador Moog. El Sintetizador Moog no podía producir acordes, por lo que para producir obras polifónicas tal como las que grabó Carlos, se requirieron varias horas de grabación en estudio.
Se conoce la anécdota de que los aficionados que oían el disco, creían que el sintetizador Moog permitía
grabar una línea melódica con un timbre y luego grabar otra melodía con otro timbre, adicionándola a los timbres anteriores, un principio que luego utilizaría el secuenciador.
En 1966
Pierre Schaeffer fundó el Groupe de Recherches Musicales (Grupo de Investigación Musical) para el estudio y la investigación de la música electrónica.

Rock

Los primeros sintetizadores eran notoriamente inestables y se desafinaban con facilidad. Aun así, algunos tecladistas, como Keith Emerson, integrante del grupo Emerson, Lake and Palmer los utilizaban en sus recitales.
Otro instrumento usado en trabajos del género del rock fue el
melotrón que fue utilizado en la producción del álbum Strawberry Fields Forever de The Beatles. El pedal de tono de volumen fue usado de manera artística como instrumento de base en Yes It Is.
Moog no fue el único inventor de sintetizadores. En la Costa Oeste de EE. UU.,
Donald Buchla desarrolló sintetizadores que, contrariarmente al sintetizador Moog, carecían de teclado.
A medida que se desarrolló la tecnología, los sintetizadores se volvieron más económicos, robustos y portátiles, y fueron adoptados por muchas bandas de rock. Ejemplos de los primeros grupos que adoptaron sintetizadores fueron
The United States of America, The Silver Apples y Pink Floyd. Aunque no toda la música de estos grupos era electrónica (con la excepción de los Silver Apples), buena parte del sonido resultante dependía del sintetizador. El uso de los medios electrónicos se volvió tan frecuente que a mediados de los setenta, el grupo británico de rock Queen ponía un aviso en sus álbumes, que decía «¡Sin sintetizadores!».
Por el contrario, en la corriente de rock experimental del llamado
kraut rock alemán, pero también en el art rock inglés los elementos electrónicos tenían gran importancia.

Años setenta

Local de Kling Klang, sello privado de Kraftwerk,(considerado el grupo mas importante de la musica electronica)en Düsseldorf
La popularidad llegó con los trabajos de la banda alemana
Kraftwerk, que surgió de la corriente del krautrock. Pero a partir de su disco Autobahn (1974) se empezó a fusionar el pop minimalista con la música electrónica. Entre 1974 y 1981, la banda desarrolló su estilo, que después fue denominado Electro y tuvo características bailables. Utilizaban la electrónica y la robótica para simbolizar (y a veces celebrar jubilosamente) la alienación del mundo tecnológico moderno. Hasta el día de hoy su música permaneció absolutamente electrónica.
En Alemania, bandas tales como
Tangerine Dream, Can, Neu! y otros incorporaron los sonidos particularmente electrónicos a sus temas.
La música de Kraftwerk tuvo gran influencia en Estados Unidos, donde a principios de los años ochenta, surgió la
música house, que fue, a grandes rasgos, un estilo más minimalista y electrónico de la música disco de los años setenta.
Otro importante músico es el francés
Jean-Michel Jarre, cuya formación se marcó con su entrada, en enero de 1969, al Groupe de Recherches Musicales (Grupo de Investigación Musical), liderado por Pierre Schaeffer (considerado el creador de la música concreta), quien se convertiría como su maestro. Hijo de Maurice Jarre, autor de importantes bandas sonoras cinematográficas, como las de Lawrence de Arabia (1962) o Doctor Zhivago (1965)), nacido en Lyon el año 1948, también estudia en el Conservatorio de París. Experimentador excepcional, en la década de 1970 publicó Oxygene, el álbum que lo hizo globalmente famoso. Siendo su segundo álbum, vendió más de 16 millones de ejemplares en todo el mundo y se convirtió en uno los mayores éxitos de la historia de la música francesa y en un emblema de la música electrónica de la era analógica con cerca de 86 millones de discos vendidos de toda su discografía. Incluso, Jarre fue el primer músico occidental en realizar una gira por la China post-Mao, en conseguir la mayor audiencia en directo en los cinco continentes con 3,5 millones de espectadores, en llevar la música electrónica a la Ópera de París, en subastar una única copia de uno de sus LP, en congregar más de un millón de espectadores en un concierto en la Plaza de la Concordia de París en 1979 y 2,5 millones en La Défense, también en París, en 1990.

Samplers y synth pop

A fines de los años setenta y comienzos de los ochenta, los sintetizadores analógicos dieron paso a los digitales y a los
sampleadores (también llamados samplers o muestreadores por su traducción en español). Los primeros sampleadores eran excesivamente costosos. Empresas como Fairlight y New England Digital vendían instrumentos que costaban más de 100.000 dólares. A mediados de los ochenta, esto cambió con el desarrollo de sampleadores económicos.
Desde fines de los años setenta, grupos como
Gary Numan, Heaven 17, Eurythmics, Severed Heads, The Human League, Yazoo, The Art of Noise, Orchestral Manoeuvres in the Dark, Depeche Mode y New Order desarrollaron maneras completamente nuevas de hacer música popular con medios electrónicos.
En la música
New Wave, el grupo Fad Gadget se cita como el pionero del uso de los elementos electrónicos.

Años ochenta

Pionero de la música electrónica junto a Kraftwerk y Tangerine Dream, el griego Vangelis acrecentó el interés del público general a comienzos de la década (ya espoleado por el Oxygene de Jarre) con su exitosa banda sonora para Carros de Fuego, que abrió nuevas posibilidades sonoras para la música de cine. Su influencia se hizo aún más palpable al componer la banda sonora de la película Blade Runner. Sin embargo, serían los músicos menos inmersos en el virtuosismo de los setenta quienes obtendrían una mayor difusión durante esta década.
Mezclas del estilo electro con el house generaron, a mediados de los ochenta, la música
techno (en Detroit, Míchigan, EE. UU.) y la house (en Chicago, Illinois).
La gran popularidad de la música electrónica llegó a fines de los años ochenta, cuando también en Europa productores y
DJs empezaban a producir temas de techno y acid. Esta corriente estaba influenciada desde varias ramas del pop como la EBM y el electro pop de formaciones como Depeche Mode y Pet Shop Boys, dúo británico de gran influencia musical en la actualidad, quienes generaron nuevas ramas dentro de la música electrónica, como el trance y el dance europeo.
El desarrollo del sonido techno en Detroit y la house music en Chicago desde principios a finales de los ochenta y el posterior movimiento británico de
acid house de fines de los ochenta a principios de los noventa, todos empujaron el desarrollo y aceptación de la música electrónica e introdujeron la música dance en las discotecas.
La composición electrónica puede crear ritmos más rápidos y más precisos que lo que se puede hacer utilizando percusión tradicional. La música dance a veces presenta sonidos de instrumentos tradicionales y voces (samples o ‘muestras’) alterados electrónicamente.
La caída de los precios en los equipos electrónicos ha hecho que la música popular los haya adoptado cada vez más. Artistas como
Madonna, Björk y Moby han popularizado variantes de esta forma de música.

Música industrial

La habilidad natural de las máquinas para hacer ruidos
estocásticos, inarmónicos, de estática llevó a un género de música conocido como música industrial tal como Throbbing Gristle (que comenzó a trabajar en 1975), Wavestar y Cabaret Voltaire.
Algunos artistas, como
Nine Inch Nails, KMFDM y Severed Heads, tomaron algunas de las aventuradas innovaciones de la música concreta y las aplicaron a la música dance mecánica y a las guitarras de metal.
Otros, como
Test Department y Einstürzende Neubauten, tomaron este nuevo sonido para crear composiciones electrónicas. Mientras tanto, otros grupos como Robert Rich, zoviet*france: y rapoon tomaron estos timbres y los fundieron en paisajes sonoros más evocativos.
Y aun otros grupos (
Front 242 y Nitzer Ebb) combinaron esa música con sonidos más bailables y pop, formando la música corporal electrónica (EBM o Electronic Body Music).
Aliados con el interés creciente en la música electrónica e industrial, se encuentran artistas que trabajaron en el ámbito de la música dub. Notable en esta área es el productor Adrian Sherwood, cuya discográfica On-U Sound en los años ochenta fue responsable de integrar la estética industrial y del ruido con la producción de cinta y dub, con artistas tales como el industrial-
funk Tackhead, el vocalista Mark Stewart y otros.
Esto allanó el camino para el interés en los años noventa por el dub, primero a través de bandas tales como
Meat Beat Manifesto y luego para los productores de downtempo y trip hop como Kruder & Dorfmeister.

Jazz electrónico

En jazz, los instrumentos acústicos amplificados y los sintetizadores se combinaron en una serie de importantes grabaciones del grupo Weather Report. Joe Zawinul, el tecladista del grupo, ha continuado produciendo música de este tipo. El pianista de jazz Herbie Hancock con la banda The Headhunters en los años setenta también introdujo a los oyentes de jazz en una amplia gama de sonidos electrónicos, que más adelante exploró con más énfasis en su disco Future Shock, una colaboración con el productor de música Bill Laswell en los ochenta, que engendró el éxito pop Rockit en 1983.
Músicos como
Tangerine Dream, Brian Eno, Vangelis, Jean Michel Jarre, Klaus Schulze, Ray Buttigieg y los japoneses Kitaro e Isao Tomita también popularizaron el sonido electrónico. La industria del cine también utilizó largamente la música electrónica en películas. Un ejemplo es la banda de sonido de Wendy Carlos en A Clockwork Orange (La naranja mecánica, el filme de Stanley Kubrick sobre la novela de Anthony Burgess).
La banda de sonido de Forbidden Planet (El planeta prohibido), de
Louis y Bebe Barron, había usado sonido electrónico (aunque no sintetizadores) en 1956.
Una vez que los sonidos electrónicos se volvieron más comunes en las grabaciones populares, otras películas de ciencia ficción, como
Blade Runner y la serie de cintas Alien empezaron a depender fuertemente en el uso de música electrónica y de efectos derivados, para generar el ambiente y la modalidad terroríficas que exigían estas producciones.

Años noventa

Durante la revolución informática de los años 90 se extendieron las tarjetas de sonido que, una vez insertadas en los PC permitían la manipulación digital del sonido a bajo coste.
En los años noventa, la música electrónica conquistó prácticamente todo el mundo. Desde varios países, fueron incorporados elementos nuevos, como es el caso del
jungle inglés que se basa en ritmos complejos derivados de la música caribeña o el trance que nació al comienzo de esta década en los clubes de Fráncfort del Meno (Alemania) y también el dub.
A finales de los años noventa, fueron naciendo nuevos géneros como el
Tribal derivado de sonidos tribales y percusiones. También se popularizaron más géneros como los denominados progressive, techno, trance, deep house, lounge y el IDM
En la actualidad, la música electrónica está consolidada en todo el mundo, teniendo millones de seguidores que disfrutan con los sonidos creados por artistas que utilizan máquinas y computadores

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